¡El C sigue creciendo! - Melmac FC
El año de Melmac FEM C por Camila Aduna.

Arrancamos la pretemporada con mucha energía; se notaba de lejos la manija, las ganas de volver a jugar y compartir otro año juntas. A pesar de lo que costó recuperar el aire y hacerle frente a las interminables pasadas y a la exigencia de un DT con las mismas ganas y empuje que su plantel, no faltaron las risas y la buena onda que caracteriza a este equipo.

 

Hubo incorporaciones que no tardaron en hacerse querer y sumaron al equipo dinámicas nuevas (y el aguante de tener el estado físico de alguien con menos 25). El equipo mantuvo su esencia; siempre se dijo que el C además de un equipo se siente como un grupo de amigas. Sin importar hace cuánto esté cada una en el equipo, el aliento y el empuje siempre son las bases que lo caracterizan.

 

Encaramos nuevamente el torneo apertura en Vixen. Nos desayunamos la noticia de que por un aumento en cantidad de equipos este año no competiríamos en la categoría B sino en la C. Este golpe sirvió para darnos el incentivo a querer demostrar que a Melmac C el espacio le quedaba chico y estaba para crecer y ganarse el puesto merecido. Durante esta primera mitad del año tuvimos un DT nuevo que rápidamente se hizo querer y demostró un compromiso a la par del nuestro. Lalo nos desafió más de una vez probando jugadoras en posiciones nuevas y haciéndonos competir con el B o incluso con el A en los entrenamientos en los que el foco era puesto en F11. Esto nos sirvió para no aflojar con el esfuerzo y mantener el hambre de crecer en cualquier cancha y contra cualquier rival.

 

Cerrábamos el torneo apertura con un sólido segundo puesto en tabla y el objetivo claro de mantener ese empuje hasta el final. Justo sobre el cierre de semestre nos tocó despedir a nuestro DT, cosa que desestabilizó un poco al equipo. La incertidumbre nos jugó una mala pasada y tuvimos partidos difíciles en los que se puso a prueba la confianza en nosotras. Pero poniendo las cartas sobre la mesa y gracias al liderazgo tan cercano y firme de nuestra capitana Fio el equipo encontró la manera de meterle el doble de esfuerzo y hacer que ningún obstáculo fuese insuperable.

 

En el momento en el que más lo necesitábamos llegó nuestro nuevo DT y, por primera vez, un DT exclusivo para el C. Esto fue clave para nuestro crecimiento. Compartir entrenamientos con el B y el A siempre sumó desde lo desafiante y lo lindo de compartir con nuestras compañeras, pero el hecho de tener una persona exclusivamente dedicada a nuestros objetivos y nuestro crecimiento fue lo que logró que el equipo recuperara al 100% su confianza y su empuje. Elías entró con un discurso inamovible: el objetivo no es ganar el campeonato sino crecer y que ese campeonato sea una consecuencia de todo lo que logramos en los entrenamientos. No fue fácil seguirle el ritmo. Era costumbre llegar temprano al predio y ver un mar de conitos de colores esperando para dejarnos sin aire. Costó y se sintió el cambio de exigencia, pero los resultados fueron más que notorios. Desatamos una racha de partidos de pura victoria con un equipo firme y bien plantado: delanteras que van al frente sin miedo a nada, una arquera que mete goles de arco a arco y una o muchas voces constantes de aliento adentro y afuera de la cancha. Cuando nos volvió a tocar enfrentar a las punteras jugamos un partido para el recuerdo. Realmente se notó la diferencia entre la ida y la vuelta, las rivales incluso nos felicitaron y fue un gesto que no dejamos pasar.

 

Nuestro último partido se jugó un sábado de diciembre con un calor intenso y una vibra rara. A pocos minutos de arrancar una de nuestras laterales se lesionó y el equipo se vio golpeado. A esa lesión le siguieron dos más del equipo que contrario que hicieron que el partido tuviera que terminarse antes de tiempo por falta de jugadoras contrarias y, a pesar de que la situación fue muy difícil ya que una de ellas realmente tuvo una lesión muy fea, el C demostró su calidad humana dentro y fuera de la cancha; asistiendo a la jugadora rival, acompañando a su equipo y poniéndose a disposición de lo que se necesitara. Nuevamente queda en evidencia que las principales cualidades de este equipo son el aliento y el empuje.

 

No nos cabe duda de que este equipo va a seguir creciendo y representando todo lo que Melmac es: familia, disfrute, compromiso y muchas ganas de jugar a la pelota.