No fue solamente una gira. Fueron desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. Fueron noches compartidas al lado de compañeros con los que, en la vorágine de la rutina del año, nunca antes te habías sentado a charlar siquiera a qué se dedicaba. También fueron algunos pequeños desafíos: malabares para resolver en poco tiempo qué era lo mejor que debíamos comer entre las 12.00 hs que terminábamos un partido y las 15.00 hs que arrancaba el siguiente. ¿Era fruta? ¿Eran unos fideos? Hacíamos lo imposible por llegar de la mejor manera a todos los desafíos que se nos presentaban. Fueron 4 partidos en tan solo 2 días. Realmente extenuante.
Tandil 2021 fue la excusa para dar el puntapié inicial en el mundo GIRAS. Porque lo que nos llevamos de estos 3 o 4 días compartidos fue la certeza de que es una experiencia digna de ser repetida y compartida por todos los que forman parte de Melmac.
¿Lo deportivo? Sí, una arista más de todo esto. Pero no la más importante. Disputamos la COPA NACIONAL DE CAMPEONES y nos enfrentamos a equipos de Chaco, Chivilcoy, Mendoza y Olavarría. Nos quedamos afuera por penales en la semifinal de la Copa de Plata, luego de remontar un 0-2 con un jugador menos, y forzar la definición desde los doce pasos. Esta vez la moneda cayó del otro lado. Perdimos 5-4 y nos quedamos a un pasito de la final.
Pero nos fuimos de Tandil con una sonrisa enorme. Y los 24 que formamos parte de la delegación tricolor sabemos en nuestro interior que la próxima vez que aparezca la posibilidad de hacer una gira, estaremos haciendo hasta lo imposible por estar.
Un nuevo ladrillo en la estructura de Melmac.
Gracias a todos los que formaron parte: jugadores, cuerpo técnico y acompañantes.