Otro año de Melmac en Tandil pero, esta vez, por primera vez, de la mano del plantel femenino.
Nos fuimos 3 días de viaje con objetivos deportivos, por supuesto, pero también con ganas de dar inicio a una nueva etapa, marcar un semblante y crecer tanto futbolística como grupal y personalmente. Los nervios y la ansiedad se mezclaban con la diversión, el orgullo y lo emocionante de vivir esa experiencia como equipo.
Competimos en la Copa Nacional de Campeones, jugando en total 3 partidos: 2 de fase de grupos contra chicas de Mar del Plata y de Uruguay, de los cuales ganamos 1 que nos hizo pasar a disputar la Copa de Plata. Nos quedamos en Cuartos de Final contra la Selección de Chaco, dando todo de nosotras, peleando y yendo por más hasta que el árbitro dio por finalizado el partido.
¿Nos hubiera gustado seguir avanzando en la competencia? Claro que sí. Pero lo ya logrado nos dejaba una sonrisa que no se opacaba con una derrota deportiva. Nos fuimos habiendo ganado en muchísimas otras cosas que, como conjunto, nos parecen importantísimas.
Hubo momentos de concentración, seriedad, partidos, relajación, confesiones, risas, charlas, abrazos, alegrías y tristezas. Convivimos, jugamos, tomamos mucho mate, ganamos y perdimos. Si bien nos quedamos con ganas de ir por más en lo deportivo, la experiencia que tuvimos fue de las cosas más lindas que vivimos como equipo hasta el día de hoy y nos enorgullece haber llegado a este punto tan rápidamente, creciendo y siendo parte del club más lindo del mundo.
Volveremos y seremos más y mejores.
Gracias a las jugadoras, al cuerpo técnico y a los que llevaron a cabo la organización por todo el esfuerzo dado para que esto pudiera ser posible.
Nota: Sol Valenzuela
Fotos: Nacional Femenino Tandil 2023
