El año del Femenino B por Agustina Rivello.
El año para nuestro plantel empezó con mucha motivación: un equipo que se sostenía desde el año pasado, un grupo sólido y conformado, un DT nuevo, continuar en fútbol 7 y la certeza de tener un equipazo. El primer semestre fue bastante positivo, sobretodo desde el crecimiento futbolístico y el armado del equipo. Perdimos algunos partidos injustamente y siempre tuvimos la sensación de que con un poco más de concentración (y a veces suerte) nos podía ir un poco mejor.
Durante el segundo semestre, el desafío más importante para este plantel: la transición de F7 a F11. Empezar a entrenar otras posiciones, estrategias, el offside. Adaptarnos a algo nuevo. El objetivo principal fue aprender de la experiencia, no ser demasiado duras con nosotras mismas, y entender que iba a ser un torneo que fuera parte de una transición, con muchos equipos ya jugando en F11 hace años. A fin de cuentas, el resultado fue mucho más de lo esperado en julio de este año. En todos los partidos nos caracterizó la garra y las ganas. Podemos confirmar con orgullo que ningún equipo nos pasó por encima, a ninguno se lo hicimos fácil. Los primeros partidos fue más garra que fútbol, y en los últimos partidos eso se equilibró un poco más. Lamentablemente tuvimos cambio de DT en medio del torneo, lo cual implicó intentar mantener el foco y concentradas en nuestro objetivo grupal.
Tenemos esperanzas de que el año próximo continuaremos este crecimiento futbolístico y le haremos frente a cualquier desafío que se nos presente.
